Felipe V mandó a Pedro de Ribera la construcción de un espacio arquitectónico para albergar a las Compañías Reales Guardias de Corps. Éstas se constituyeron en 1704 y funcionaban como un cuerpo de seguridad personal del rey. El nuevo cuartel era un edificio de proporciones hasta entonces desconocidas en Madrid. Se alzó cerca del antiguo emplazamiento de otros cuerpos de guardias, la valona y la española. Estaba en una zona despoblada, alejada del centro urbano. Cerca había tenido su residencia el Conde-Duque de Olivares, valido de Felipe IV. Por la proximidad de esta construcción debe el cuartel su nombre.
Alrededor de tres patios interiores, más grande el central que los laterales, organizó el espacio Ribera. Conformó un gran rectángulo en el que, al exterior, impresionan las dimensiones de sus fachadas estructuradas logintudinalmente y recorridas por doble hileras de ventanas sin resalto alguno sobre la superficie de la fachada. Solo la gran portada barroca, concebida a modo de retablo, destaca sobre la superficie lisa del paramento y rompe, por un momento, la composición seriada.
En el interior, las fachadas de los patios, donde las tropas realizaban sus ejercicios y ensayos, repiten la estructura exterior. Un suave cubrimiento de teja a doble vertiente corona el edificio. El mismo está cimentado sobre una serie de pilares de granito. Estos anticipan en muchos años futuras técnicas constructivas.
Visitar el Cuartel del Conde Duque
Se puede llegar en metro, parada de Ventura Rodríguez, línea 3. La línea M2 de autobús para justo delante de la entrada.
Quienes deseen obtener más información sobre las actividades y exposiciones temporales que tienen lugar en el Cuartel del Conde Duque a lo largo del año deben visitar su página web.