Para facilitar la compresión al visitante, el museo ofrece un recorrido por los distintos aspectos que conforman la sociedad africana. Se inicia por lo más externo de la persona: los objetos de uso diario; su vestimenta; y los adornos con que los nativos se engalanan. Llama la atención la importancia que se concede a la mujer en su papel de madre. Esto conlleva una elevación en su consideración social, elemento común en todas las culturas primitivas y hoy desaparecido en nuestra civilización. También se nos muestran utensilios utilizados para la caza, la pesca, la ganadería o el cultivo de campos.
Museo Africano Mundo Negro
Existen también una amplia colección de instrumentos musicales. Desde los sencillos idiófonos, en los que el sonido se obtiene por frotación; hasta el ‘kora’, arpa senegalesa de 21 cuerdas; y el ‘sansa’ o piano de mano.
Las esculturas realizadas en terracota, ébano o marfil minuciosamente talladas son sorprendentes. Lejos de un pretendido primitivismo, aportan una visión distinta a la que ofrecen los cánones occidentales, pero no inferiores. Entre ellas destacan las realizadas por los artistas ‘Makonde’ de Mozambique; y especialmente el ‘Ujuman’, o árbol de la vida; y la talla que representa el espíritu de la fecundidad.
El último aspecto que trata el museo es el religioso. A pesar de su inmensidad y del gran número de tribus que pueblan África, las religiones tradicionales de todos ellos presentan unos elementos comunes: la creencia en un ser supremo, en varios dioses menores, en los espíritus y en los antepasados. Existe una interesante colección de máscaras y objetos de culto.
La entrada al Museo Africano Mundo Negro es gratuita. La mejor forma de llegar es en autobús, las líneas 11 y 70 paran justo al lado. Se puede encontrar más información sobre los horarios en la página web del museo.