Palacio de Bermejillo

Palacio de BermejilloEl Palacio de Bermejillo se levantó en 1913 según el diseño del arquitecto Eladio Laredo Carranza. Creó para los marqueses de Bermejillo un palacete en el entonces llamado paseo del Cisne; y que hoy conocemos como calle de Eduardo Dato. Se trata de una obra maestra del nacionalismo arquitectónico de la segunda década del siglo XX. Es una evocación ‘neo’ de la arquitectura granadina y aquella otra ligada al más puro Renacimiento español.

Hoy, su llamativa fachada queda parcialmente oculta por el puente elevado que atraviesa el Paseo de la Castellana. Se ha roto así su perspectiva original, completamente exenta en sus cuatro fachadas. La principal, que asoma a Eduardo Dato, está flanqueada por dos torreones con cubierta de teja a cuatro aguas, sobre un importante alero de madera. Una balaustrada unifica estas dos torres en las que se abren unas galerías.

En el cuerpo central vuelve a ser protagonista la galería en piedra combinada con miradores, ventanas y balcones. En ellos resalta el trabajo de forja de su rejería. Una ingeniosa combinación de elementos que da como resultado una ligera, elegante y amena fachada.

Visitar el Palacio de Bermejillo

Actualmente es la sede del Defensor del Pueblo de España. Las visitas al interior del edificio no son posibles. Sin embargo, merece la pena aunque sea verlo por fuera.

La mejor forma de llegar hasta el Palacio de Bermejillo es el metro. La línea 5 para en Rubén Darío, a escasos metros del edificio. También se puede llegar en autobús, líneas: 5, 7, 14, 27, 45, 150.

Palacio del Marqués de Santa Cruz

Palacio del Marqués de Santa CruzEl Palacio del Marqués de Santa Cruz nos remonta a la época de Felipe II, cuando este rey reconoció el valor y la astucia a don Álvaro de Bazán, responsable de la victoria frente a los turcos en Lepanto. Siglos más tarde, en 1846, el entonces marqués de Santa Cruz, don Francisco de Borja Joaquín de Silva Tellez Girón, marqués de Santa Cruz y del Viso, adquirió la casa que ahora nos ocupa, trasladando allí su residencia.

Casa y solar con historia, desde aquel documento de venta de 1627 que realizó un caballero de Santiago, don Juan Chaves y Mendoza, de dos solares de su propiedad a don Francisco Moreno, guantero de la reina. A estos dos primeros solares se añadirían otros dos sobre los que posteriormente se edificaría la casa.

En 1768, el arquitecto Antonio Pló y Camin, por encargo del conde de Superunda (entonces propietario), presenta solicitud de licencia e informa de las obras que está realizando. En 1774 se añadiría una portada para actualizar el edificio a las nuevas corrientes estéticas. Ya en el siglo XIX se llevan a cabo unas obras en el interior de la casa: un nuevo acceso; una pequeña modificación que permite introducir una nueva planta; bajar los techos del salón de baile, sin modificar las líneas de cornisa. El edificio, de gran sencillez y sólida construcción, es un ejemplo característico de la arquitectura madrileña.

Interior del Palacio del Marqués de Santa Cruz

La entrada se realiza a través de un pórtico que da acceso a un zaguán. Los patios interiores permiten iluminar todas las habitaciones y estancias. Una escalera de honor y otras escaleras secundarias permiten organizar el edificio. Sus salones principales dan a la fachada; mientras comedores, habitaciones y estancias del servicio lo hacen a los patios.

En la década de 1980 se remodeló el interior del palacio para transformarlo en un edificio de viviendas. Conserva intactas sus fachadas, tal cual quedaron después de su última reforma en 1870.

Se puede llegar fácilmente en metro desde alguna de las estaciones más cercanas. En particular hablamos de las que hay en Noviciado y en Plaza de España, por donde pasan diversas líneas. Otra posibilidad es ir en autobús, ya que la línea 002 tiene una parada muy cerca del palacio.

Palacio de Liria

Palacio de LiriaEl Palacio de Liria está situado en medio de una de las zonas más bulliciosas de la capital. Es un espacio donde se perpetúan las grandes hazañas militares, políticas y culturas que, desde el siglo XII, han contribuido a forjar la Historia de España. El mismo edificio nos habla del carácter que durante siglos ha forjado a sus moradores.

Mandado construir por el III Duque de Berwick en la segunda mitad del siglo XVIII, lo edifica Ventura Rodríguez. Está situado entre dos jardines, el delantero, inglés, y el trasero, francés. Sus impresionantes fachadas fueron las únicas que resistieron la ruina que provocó la Guerra Civil en el palacio. El XVII Duque, don Jacobo, asumió la obligación resumida en la inscripción que figura en la escalera del palacio. La tomó de Cicerón: «Para los dioses inmortales cuya voluntad fue, no solo el que yo heredara estas cosas de mis antepasados, sino el que se las transmitiera también a mis descendientes».

La pasión por el arte, el buen gusto y el amor por lo que les es tan propio queda reflejado en el interior del edificio. La exquisita decoración, el cuidadoso detalle con que cada una de las piezas es situada, atendiendo a criterios históricos y artísticos, hacen que el paseo por sus salones exceda el ámbito cultural; y que el asombro no lo cause solo la belleza y grandiosidad de lo expuesto, sino que intervenga una sensación de agradecimiento por el mimo con que se nos ofrecen a la vista.

Pinacoteca del Palacio de Liria

La pinacoteca del Palacio supone repasar, casi sin excepción, la lista de los más importantes pintores europeos. Velázquez, Goya, El Greco, Zurbarán, Ribera, Murillo, Vicente López, Federico y Raimundo Madrazo o Zuloaga, entre los españoles; acompañan a Fra Angélico, Palma ‘Il Vecchio’, Perugino, Rubens, Tiziano, Pablo Veronés, Bonifazio Veronese, Mengs, Brueghel de Velours, David Teniers o Vlieger, entre otros muchos artistas.

La colección de tapices también merece especial atención. Desde el que en el vestíbulo principal representa ‘La lucha de los griegos y las amazonas y la muerte de la reina Pantasilea’, la pieza más antigua documentada; hasta los tres tapices que representan ‘La victoria del Gran Duque de Alba en Guemmingen en 1568’; pasando por los elaborados Gobelinos, muy especialmente los espectaculares retratos de Napoleón III y la emperatriz Eugenia de Montijo.

Esta breve visita se enriquece con la contemplación del mobiliario; las colecciones de relojes, de armaduras (a destacar la que perteneció al Conde-Duque de Olivares); de espejos; y, en definitiva, del conjunto de excepcionales piezas que guarda este palacio.

La visita depende así del consentimiento de sus propietarios. En ese sentido, conviene estar atentos a las actualizaciones que publican en su página web. Se puede llegar en metro, parada de Ventura Rodríguez, línea 3.

Palacio Real de El Pardo

Palacio Real de El PardoEl Palacio Real de El Pardo surge como un pabellón de caza mandado construir por el Rey Enrique III, en 1405. Con el paso de los siglos y las actuaciones que diversos monarcas realizaron en la finca, se llegó a un núcleo de población constituido fundamentalmente por la tropa acuartelada en la zona.

Carlos I mandó a Luis de Vega la transformación del pabellón de caza original. Las dificultades hicieron que se derribara y se construyera uno nuevo. A Felipe II se debe la decoración interior. El nuevo palacio era de planta cuadrada, con dos alturas y torres en cada esquina, cubriéndose con capiteles de pizarra.

Un incendio en 1604 obligó a su reconstrucción, labor encomendada por Felipe III a Francisco de Mora. Éste cerró la galería superior con objeto de ampliar el espacio útil sin necesidad de realizar ampliación alguna. Finalmente, Carlos III, por mano de su arquitecto Sabatini, configuró el palacio tal y como lo conocemos hoy. Se construyó un segundo edificio, copia exacta del anterior, a los que unió por medio de un cuerpo central que sustituyó dos de los torreones originales, convirtiendo la planta en rectangular.

Tras la Guerra Civil, el Palacio Real de El Pardo sirvió de residencia de oficial al General Franco. Allí se celebraban los Consejos de Ministros. Después de su fallecimiento se restauró. En la actualidad se destina a residencia de los Jefes de Estado extranjeros que nos visitan.

Interior del edificio

Su interior conserva numerosas obras de arte. Entre ellas destacan los frescos del siglo XVI realizados por Gaspar Becerra. También una importante colección de tapices, los mejores de España. La iglesia anexa al palacio es obra de Carlier, levantada en tiempos de Felipe V y ejecutada en estilo clasicista. En su interior se encuentran las pinturas de Lucas Jordán y Salvador Maella.

Para el todavía Príncipe de Asturias, Carlos III encargó a Juan de Villanueva la construcción de un pequeño palacio cuya construcción se realizó en un año, aunque su decoración llevó otros 6, no quedando concluido hasta 1791, siendo ya rey Carlos IV. Se trata de la Casita del Príncipe, de estilo neoclásico, cuyo interior contiene magníficas pinturas de Mengs y Bayeu.

Precios y horarios para visitar el Palacio Real de El Pardo

La entrada básica cuesta 9 euros; la reducida cuesta 4 euros. Las visitas sólo se pueden hacer con Guía. Solo se puede llegar en transporte público con la Línea Interurbana 601 desde Madrid.

Horarios de invierno (octubre a marzo): abre todos los días de 10:00 a 18:00 h. Horarios de verano (abril a septiembre): abre todos los días de 10:00 a 20:00 h.

Finalmente, es posible encontrar más información en la página web de Patrimonio Nacional.

Quinta de El Pardo

Quinta de El PardoEl Palacio de la Quinta o Quinta de El Pardo está situado en El Monte de El Pardo. Surge gracias a la historia de una gran amistad entre el Rey Felipe V con Alonso Martínez, duque de Arco. Su viuda donó la quinta que ambos adquirieron en 1714. La lealtad del duque le llevó a combatir al lado del monarca en la Guerra de Sucesión. Arriesgó su vida durante una cacería en la que el rey se encontró con una situación comprometida.

El palacio de la Quinta es un pequeño edificio de planta cuadrada, de una sola altura con buhardilla en la cubierta de pizarra. Sus jardines ofrecen una mezcla del gusto italiano y el incipiente afrancesamiento que el cambio de dinastía propiciaba. Su ordenamiento en terrazas genera la creación de distintos ambientes. Unos tienen grutas, fuentes y estatuas y otros son ejecutados por medio de parterres.

Rodean todo el Palacio los maravillosos jardines recientemente restaurados. Son muy apropiados para la celebración de cócteles o recepciones al aire libre. En total, ocupan más de 10.000 metros cuadrados de terreno. Se extiende sobre una extensa área de bosques, prados y zonas verdes. El parque es un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, dar paseos, hacer picnic y observar la fauna local. Es particularmente famoso por sus robles, que le dan un aspecto característico.

Cómo visitar la Quinta de El Pardo

La única forma de llegar hasta el lugar es en coche. Está en una zona alejada de cualquier medio de transporte público. Por lo tanto, debemos planificar bien cómo queremos llegar hasta allí.

La Quinta de El Pardo es un destino multifacético que combina historia, naturaleza y cultura. Su importancia histórica como residencia real y su belleza natural lo convierten en un lugar ideal para explorar y disfrutar de un día de escapada desde Madrid.

Palacio de la Zarzuela

Palacio de la ZarzuelaEl Palacio de la Zarzuela lo diseñó el arquitecto real Juan Gómez de Mora en 1634. El encargo lo hizo el Cardenal Infante don Fernando, hermano de Felipe IV. Las obras se terminaron cuatro años más tarde con Juan de Aguilar. Sin embargo, la Guerra Civil hizo desaparecer cualquier huella digna procedente del pasado.

Patrimonio Nacional, de quien dependía entonces el edificio, encargó su reconstrucción en 1958 al arquitecto Diego Méndez. Éste conservó su aspecto inicial y transformó sustancialmente su distribución. Lo hizo tanto en planta como en alzado, para adaptarlo a las necesidades de los que serían Príncipes de España.

El interior del Palacio de la Zarzuela se ordena en distintos espacios. Unos son de uso privado de la Familia Real y otros son destinados a actos oficiales. Todos ellos se decoraron, en su mayor parte, con mobiliario y distintas obras de arte procedentes de Patrimonio Nacional. Entre ellas cuadros de Rubens y Paret. Estas obras han sido incrementadas con regalos hechos por otros artistas, como ‘El atleta cósmico’, de Dalí.

Muy cerca, una pequeña y sobria ermita de piedra nos habla de la austeridad de los habitantes del palacio. Aquí recibieron su Primera Comunión el Príncipe Felipe y también las Infantas.

Evidentemente, este edificio no puede recibir visitas por parte de ciudadanos o turistas. Así que no dispone ni de horarios ni de tarifas de acceso. Las medidas de seguridad dispuestas alrededor del mismo son bastante importantes. Apenas existe la posibilidad de llegar en transporte público hasta sus inmediaciones.