Palacio del Marqués de Villafranca: tiene el mejor paño de muralla. Es la actual sede de la Real Academia de Ingeniería. Se encuentra situado en pleno centro histórico de Madrid, concretamente en el barrio de San Andrés, uno de los más antiguos de la capital.
Lo que podemos ver en la actualidad difiere mucho de sus orígenes. El edificio se construyó entre 1717 y 1734 y su diseño fue obra del arquitecto Francisco Ruiz, discípulo de Felipe Sánchez. Los problemas económicos provocaron que la construcción se demorara más de lo previsto.
Originalmente, el palacio ocupaba una superficie mucho mayor de la que vemos en la actualidad. Con el paso de los años, sufrió una gran evolución que le llevó a perder superficie y alcanzar el espacio que ocupa ahora. Del patio interior destaca la gran galería de hierro, que se levantó en la época en la que ese material dominaba las construcciones del momento, como la Estación de Atocha.
En el interior hay dos joyas que destacan por encima de las demás y que realmente no tienen nada que ver con el palacio. Una de ellas es un paño de 20 metros de largo de la muralla cristiana del siglo XII que defendía la ciudad de Madrid. La otra son los «viajes de agua» de la capital, una construcción más antigua que la muralla. La construyeron los árabes en el siglo IX y era el sistema que permitía transportar agua potable a la ciudad.
Palacio del Marqués de Villafranca: visita al interior
En la primera planta podremos ver diferentes salas, empezando por el antiguo comedor. Destacan varios elementos de la sala, como la alfombra realizada por la Real Fábrica de Tapices y los muebles realizados en nogal de tonos muy oscuros. También llama la atención el techo, con un elegante y trabajado artesonado de madera.
Luego se pasa al Salón de Baile, de estilo pompeyano. De allí destaca la enorme lámpara central, sobredimensionada para el espacio donde está ubicada. Está hecha con cristal de Bohemia y domina toda la estancia. Entre las pinturas que allí encontramos podemos ver representadas las cuatro estaciones encima de las puertas.
La sala del Antiguo Gabinete tiene decoración de Arturo Mélida. Destaca su techo y la impresionante chimenea, de estilo barroco, ambos realizados en madera. Se pueden encontrar varios angelitos representados, según parece, en honor a uno de los hijos fallecido del artista. También hay una gran pintura copia de un cuadro de Rubens del siglo XVII. La última sala de la visita funciona como despacho y destaca por las pinturas del artista gallego Joaquin Vaamonde. El fresco del techo y la mesa del siglo XVIII son los principales activos de esta estancia.
Finaliza la visita bajando la impresionante escalera de honor que llevan al zaguán, junto al acceso principal. El elemento que más destaca es un magnifico tapiz flamenco, situado en una de las paredes. Además, las ventanas conservan todavía los escudos nobiliarios de sus ilustres antiguos propietarios.
Cómo llegar al edificio
La mejor forma de acercarse hasta este emblemático lugar es en autobús. La parada de Las Vistillas queda a escasos 2 minutos a pie y por allí pasan las líneas 3 y 148. La parada de metro más próxima es la de La Latina, por la que pasa la línea 5. Sin embargo, la distancia a pie es mayor, quizás algo más de 5 minutos.