Casa de Campo

Casa de CampoEl más popular de los parques de Madrid es la Casa de Campo. Es una finca de 1.700 hectáreas situada en el sector noroeste de la ciudad. Sus atractivos hacen de él el lugar más codiciado por los madrileños para sus paseos y meriendas en los días de fiesta.

Fue el rey Felipe II quien, con la idea de dotar al Alcázar de un bosque para la práctica de la caza, compró la Casa de Campo a la familia de los Vargas. Fernando VI y Carlos III adquirieron nuevos terrenos para aumentar su extensión. Los reyes de la dinastía de los Austrias mantuvieron la finca para la práctica cinegética. Mientras que los Borbones la convirtieron en escenario de fiestas cortesanas.

La Casa de Campo perteneció al Patrimonio de la Corona hasta el 20 de abril de 1931. Entonces una ley de la República convirtió la finca en parque para «el recreo e instrucción de los madrileños». En una época más reciente se instalaron allí: el Zoo de Madrid; el Parque de Atracciones; el teleférico de Rosales; piscinas municipales y complejos deportivos. En días festivos, la Casa de Campo llega a registrar medio millón de visitantes. Aunque se ha prohibido el acceso de automóviles a muchas zonas de bosques de pinos y encinas, la finca soporta una circulación rodada muy intensa.

Se puede llegar a este pulmón verde de varias formas. En Cercanías, por ejemplo, hasta la estación de Príncipe Pío. Allí paran las líneas C-1, C-7 y C-10. También se puede ir en metro, y es que la línea 10 tiene varias paradas. A saber, son Lago, Batán y Casa de Campo (correspondencia con línea 5). Finalmente se puede llegar en autobús, líneas 33, 55 y 65.

Jardín Botánico

Jardín BotánicoEl Jardín Botánico responde al espíritu de la época en que se creó. Los grandes viajes emprendidos por científicos de todo el mundo dieron como fruto el descubrimiento y catalogación de infinitas especies vegetales hasta entonces desconocidas. El coleccionismo surgió como consecuencia lógica. Con él se crearon los jardines botánicos.

En toda Europa habrían de albergar las más raras especies traídas de los lugares más remotos. Es así también como surge este Jardín Botánico y a este se dedica todo bajo los auspicios de Carlos III. Él encargó a Juan de Villanueva la construcción y ordenación del mismo. Obra de este arquitecto es la reja que cierra el conjunto; así como la gran portada que da entrada al mismo.

Sin embargo, la fundación de este jardín fue más un traslado que una creación desde cero. En Madrid existía desde el siglo XVI un jardín botánico, cerca del Manzanares, camino de El Pardo. Ya se había anticipado, y con mucho, al espíritu ilustrado del siglo XVIII. No olvidemos que España había sido pionera en el descubrimiento de nuevas tierras. Desde América había hecho llegar a Europa productos desconocidos para el viejo continente.

La pequeña colección que se conservaba en el sitio conocido como ‘Migas Calientes’, daría lugar al nacimiento, bajo el reinado de Fernando VI, en 1775, del que fue en realidad el primer Botánico español. Bajo Carlos III se trasladó, ampliándose sustancialmente, al emplazamiento que hoy todavía disfruta en el Paseo del Prado. En un principio, incluía una mayor extensión de terreno. Ocupaba parte de la actual cuesta de Moyano y de la Glorieta de Atocha.

Precios y horarios para visitar el Jardín Botánico de Madrid

El Jardín Botánico se puede visitar cualquier día del año salvo Navidad y Año Nuevo. Abre a las 10 de la mañana y cierra entre las 18 y las 21 horas según el mes. Más tarde en verano y más pronto en invierno. Está situado junto al Parque del Retiro. La entrada sencilla cuesta 6 euros; la entrada reducida cuesta 4 euros.

Se puede llegar en autobús gracias a las líneas 1, 2, 3, 5, 6, 9, 10, 14, 15, 19, 20, 26, 27, 32, 34, 37, 45, 51, 52, 53, 59, 74, 85, 86, 146, 150, C1, C2. Otra opción es en Cercanías, en la parada de la Estación de Atocha. Allí mismo llega también el metro, líneas 1 y 2.

Para obtener más información sobre los horarios y las tarifas se puede visitar la página web del Jardín Botánico.

Parque del Retiro

Parque del RetiroEl Parque del Retiro es la zona verde más representativa de Madrid. Su extensión está delimitada en todo su perímetro por una verja de hierro pese a su gran tamaño. El tamaño del parque es menor que el que tenía cuando era el jardín del Palacio del Buen Retiro. Era un lugar de descanso de la monarquía al que ésta se retiraba para olvidar el bullicio de la ciudad.

Buena idea de hasta dónde llegaban estas posesiones son el Casón del Buen Retiro, salón de baile del palacio; o el Salón de Reinos, en las dependencias del antiguo Museo del Ejército. Estos edificios estaban situados fuera de los límites del parque.

El palacio del Buen Retiro, en donde se instaló la corte mientras duraron las obras del nuevo Palacio Real, los destruyeron las tropas francesas en 1812. Abandonado y con grandes destrozos, en época de la reina Isabel II su propiedad pasó de la Corona al pueblo de Madrid.

Desde entonces, el Parque del Retiro es el más concurrido y conocido de los parques madrileños. Su presencia, hoy en el centro de la ciudad, supone un verdadero ‘pulmón verde’ para la ciudad. En sus caminos vamos a poder ver esculturas de artistas de la talla de Mariano Benlliure; Victorio Mancho; Grasés Riera (autor del monumento a Alfonso XII en el estanque del parque, en la foto); o Ricardo Bellver (autor de la famosa estatua del Angel Caído).

Hay que destacar, además, dos puntos más en la visita al parque: los jardines románticos diseñados por Isidro González Velázquez; y también el Palacio de Cristal, obra del mismo arquitecto de finales del siglo XIX.

Se convierte pues en un lugar ideal en el que descansar o pasar un rato en familia o con los amigos. Es especialmente agradable durante el caluroso verano.